Dos compadres Sevillanos, decidieron ir un verano de vacaciones por África, con el seat-127 de uno de ellos. A unos 3 Km de una aldea, en medio de ninguna parte, el coche se les quedó sin gasolina y no tuvieron más remedio que empezar a caminar en dirección a la aldea, con la intención de comprar algo de combustible, para volver al coche y así poder seguir con el viaje. A los pocos minutos de empezar a caminar hacía la aldea y mirando hacía el horizonte, uno de los compadres le dice al otro:
"Quillo, eso que viene de frente corriendo hacía nosotros, ¡Me parece que es un León!".
El otro, se queda un momento mirando fijamente en la dirección por la que venía corriendo el León y le contesta muy seriamente: "¡Ostias es verdad!" e inmediatamente, sin mediar más palabra, echa a correr como un condenado, en un intento desesperado por escapar del León.
Su amigo que lo ve salir corriendo, va y le grita: "¡No corras quillo, que de todas formas el León nos atrapará! ¿no sabes que los leones corren mucho más que los humanos, miarma?"
Y le contesta el otro: ¡¡No, si yo ya sé que el León corre más que yo, pero yo me conformo sólo con correr más que tú!
Moraleja: En la vida y sobre todo en el trabajo, si no andas espabilado, te adelantan hasta por la derecha...
Saludos,
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