jueves, 31 de julio de 2014

EL ANIMAL MÁS PRÓSPERO DEL PLANETA...

   De entre todas las innumerables especies de animales que habitan en este planeta, la especie humana destaca principalmente por encima de todas las demás, por ser la más inteligente La Tierra. Sin embargo también es la más destacada en otras cualidades que no son del todo positivas como veremos más adelante. De hecho somos únicos en algunas cosas de las  que no debemos estar especialmente orgullosos.

Os pongo un ejemplo para reflexionar sobre ello, ¿Cual pensáis que es el animal más rico y próspero del planeta?
El 99% de los que contestaran a esta fácil pregunta, dirían sin duda, que el animal más rico y próspero del planeta es el ser humano. Pero claro, eso depende del Valor que utilizamos para medir dicha cualidad.
Todos hemos paseado alguna vez por el campo y hemos visto muchos pájaros que salen y se esconden continuamente en los árboles. Sabemos que viven en nidos, más o menos elaborados, pero nidos al fin y al cabo; los conejos, los zorros y muchos otras especies de animalitos, que viven en los bosques,  dentro de sus madrigueras, y aunque no los podamos ver dentro de ellas, sabemos que efectivamente todos tienen un refugio donde esconderse y descansar cuando lo necesitan; Por otra parte los osos es de sobra conocidos por todos  que suelen vivir dentro de las cuevas, donde también pasan la mayor parte de invierno durmiendo; etc...etc. Y así un largo etcétera de animales que podíamos ir nombrando y veríamos que todas las especies tienen algo en común, y es que todas sin excepción,  tienen a sus miembros viviendo de igual manera, es decir, todos los pájaros viven en sus nidos, los conejos en sus madrigueras, y los osos en sus cuevas... no hay distinción social entre ellos, TODOS tienen un techo donde cobijarse cuando llega la fría noche. Todos claro está, menos la especie más “inteligente” de todas... curiosamente ¡el ser humano!
¿Habíais reparado en esta extraña paradoja alguna vez? De todas las innumerables especies que poblan el planeta, nosotros los humanos, somos los únicos que no tratamos a todos los miembros de nuestra comunidad por igual. Es más, somos la especie con más desigualdades sociales con diferencia de todas!!!
¿En qué momento de nuestra “evolución” pudimos empezar este camino de deshumanidad? ¿Hasta cuándo continuaremos de esta manera? Es difícil contestar correctamente a esta pregunta, pues son muchas las variables que se manejan en tan complicado problema y no sería fácil acertar con la fórmula que nos lleve de vuelta a nuestros orígenes civilizados.


Hasta los pueblos llamados del tercer mundo o incluso las tribus más “atrasadas” de La Tierra,  que ni siquiera entran en la categoría de tercer mundo, están más desarrollados en este sentido que todos nosotros que en algún momento podamos estar leyendo esto, pues dentro de sus comunidades todos viven es las mismas condiciones, cosa que nosotros no podemos llegar ni tan solo a imaginar... ¿o tal vez sí? 

Imaginemos un Mundo Justo para Todos, imaginemos un Mundo sin Fronteras, un Mundo donde el Egoísmo y el Miedo a perder las cosas materiales, sea tan solo el vago recuerdo de un pasado que desgraciadamente nos ha tocado vivir hoy a todos nosotros...
Tan solo imaginadlo...y poneros manos a la obra!
 

Francisco Rodríguez.

Fotografías de Kai Fagerström

jueves, 3 de julio de 2014

¡NINGUNA PERSONA ES ILEGAL!


   Ese día la niña salió de clase de Sociales con muchas dudas y preguntas en su cabeza. Había empezado a estudiar el tema de las fronteras entre los países del mundo. España limita al norte con Francia en los montes Pirineos, al oeste con Portugal y al sur y al este con el Mar Mediterráneo, les había dicho el profesor. Ella pensó que las fronteras servían además de para delimitar los países, también para que las personas no pudiesen pasar alegremente de un país a otro.

   Se imaginaba que en las fronteras habría algo así como una larguísima y altísima muralla o valla de algún tipo que dividiera a los países, con alguna que otra puerta de paso cada cierto espacio para poder entrar o salir. Pensaba también que de esta forma se controlaba a las personas y animales que iban por tierra, pero ¿que pasaba con los pájaros que iban volando por el cielo? o ¿con los peces y animales que vivian en el mar? Que suerte tenían estos animales, pues podían ir de un pais a otro libremente sin que nadie los controlara y por un momento quiso ser como ellos.

   Estaba deseando llegar a casa para preguntarle a sus Papis todas estas inquietudes, pues ellos seguro que les resolverían todas sus dudas. Pero resultó que al hablar del tema don ellos, sus dudas no solo no se terminaron de despejar, sino que se multiplicaron, pues sus padres le explicaron que en las fronteras no había ningún tipo de valla ni muralla bordeando los paises, sino solo en los pasos de carretera una especie de caseta (aduana le dijeron) que servía para controlar la entrada y salida de las personas y vehículos que por allí pasaban.

  Claro, a la niña se le agolparon en ese instante un montón de preguntas en su cabeza, y de entre todas ellas eligió una que a ella le pareció especialmente curiosa...

   - ¿Y que pasaría si alguien en lugar de pasar por uno de esos puntos donde están las casetas, pasara sin ser visto por cualquier otro sitio de los muchos que no están controlados?

   Sus Padres se miraron por un momento desconcertados y sin saber muy bien que contestarle a su hija, finalmente les dijeron sin mucha convicción...

   -Pues seguramente esa persona estaría en el país de manera ilegal, pues no habría sido controlada al entrar y estaría indocumentada.

   A la niña esa respuesta no le terminó de aclarar nada, pero decidió dar por terminada la conversación con un simple - Gracias Papis.- Y pensó que como era posible que a una persona se la considerase ilegal solo por el hecho de cruzar de un sitio a otro de la tierra por un sitio que ni siquiera estaba vallado. Hasta los animales en ese sentido estaban más avanzados que nosotros los humanos, pues ellos no conocían fronteras en la tierra, ni en el cielo ni el el mar, y podían ir libremente de un sitio a otro sin que nadie se lo impidiera ni los considerase ilegales indocumentados.

  Hoy esa niña, después de varias décadas, aún no ha encontrado respuesta a esa pregunta..."¿porque llamamos ilegales a las personas que van de un país a otro?" y lo único que les podrá decir a sus hijos cuando estos le pregunten algún día sera:

   - NINGUNA PERSONA ES ILEGAL, sed tolerantes con todo el mundo, con los animales también, pues de ellos aún tenemos mucho que aprender, y nunca digáis que una persona es ilegal, porque mi mundo y el mundo que yo quiero para ustedes... ¡NO TIENE FRONTERAS! 

Un fuerte abrazo a tod@s ;)

Francisco Rodríguez.