Dicen que para
entrar en el Cielo, tienes que haber llevado una Vida de Amor verdadero, de
ayuda al prójimo y de Fidelidad y entrega a tu Familia y a tus seres queridos. Tienes
que haber sido muy bondadoso, cariñoso y sobre todo muy desprendido de las
cosas materiales, porque lo que verdaderamente importa son las personas, no las
cosas.
Pienso
entonces que el Cielo estará lleno de perritos saltando y correteando por allí,
y me alegra sobremanera, saber con toda seguridad, que mi perrita cuando le
llegue el momento, (que espero que sea dentro de muchos años) tendrá un sitio
de privilegio reservado entre las buenas almas.
Me entristece
pensar que no puedo decir lo mismo de muchas personas a las que conozco, ni tan
siquiera de mi mismo… y por supuesto que me avergüenzo de saber que no quiero a
mi perrita ni la mitad de lo que ella me quiere a mí.
¿Tenemos
tiempo de reflexionar y cambiar nuestro destino? O simplemente ¿ni nos lo hemos
planteado nunca? O tal vez ¿somos tan necios de pensar que no podemos aprender
nada de estos animales?...
Por un mundo justo para todos los seres vivos del planeta. No al maltrato de ningún animal. Y si verdaderamente existe un Cielo, luego no os sorprendáis de no encontrar allí a muchas personas...
FRAN.